En un giro clave dentro de la lucha internacional contra el narcotráfico, Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró este viernes culpable de cuatro cargos relacionados con el tráfico de drogas ante un tribunal federal en Chicago. La admisión de culpabilidad le permite evitar un juicio y abre la puerta a una posible reducción de condena.
La jueza Sharon Coleman fue la encargada de leer los cargos, entre los que se incluyen el tráfico de múltiples drogas —con énfasis en el fentanilo— y la participación activa en el crimen organizado. Guzmán respondió afirmativamente a cada acusación, aceptando su responsabilidad en los hechos.
La sentencia definitiva será dictada en seis meses. Sin embargo, se prevé que Ovidio Guzmán podría evitar la cadena perpetua, ya que ha accedido a colaborar con la Justicia estadounidense, lo que suele traducirse en beneficios procesales para los acusados que cooperan en la investigación de redes criminales.
Este caso marca un hito en la ofensiva judicial de Estados Unidos contra los cárteles mexicanos y sus líderes, especialmente en el contexto de la crisis por el tráfico de fentanilo, una droga que ha causado miles de muertes en Norteamérica. La cooperación de Guzmán podría aportar información clave sobre las operaciones del Cártel de Sinaloa y sus vínculos internacionales.
Leave feedback about this